viernes, 6 de marzo de 2015

La historia de la consolidación: ¿Por qué consolidar las cuentas?


Estos artículos analizan la consolidación en las últimas décadas. Incluye algunas anécdotas que marcaron la aventura pionera de los primeros grupos. Nuestra mirada al pasado revela una extraordinaria evolución, principalmente proveniente de la tecnología de la información y la cultura de los grupos, más que de los principios de contabilidad de consolidación mismos.
Concluimos nuestra visión general con un intento de imaginar cómo la consolidación y el entorno en el que se lleva a cabo pueden seguir cambiando en el futuro.

(I) ¿Por qué la consolidación de las cuentas?

La historia muestra que a finales del siglo XIX las empresas, principalmente en los Estados Unidos, se estaban organizando en grupos. Fueron llamados conglomerados en su momento.

Pronto se hizo evidente lo difícil que era para obtener un panorama económico y financiero de estos grupos de empresas como una sola entidad. Esta fue la dificultad a la que se enfrentó el mundo financiero en ese momento. 


Surgieron muchas preguntas en cuanto a cómo manejar, interpretar e incluso obtener información dada: 
  • Las diversas actividades de las empresas 
  • La variedad de monedas utilizadas por los países donde estaban ubicadas 
  • El nivel de control o ausencia de control sobre las empresas 
  • La gama de normas contables aplicados a las cuentas individuales 
  • Las muchas transacciones entre las empresas que ocultó parcialmente su rendimiento real fuera del grupo. 
En otras palabras, las reglas pronto llegaron a ser necesarias.

La lenta evolución de requerimientos de consolidación

Mientras que las primeras sociedades holding, verdaderos conglomerados económicos presentes en el ámbito internacional, aparecían ya en la segunda mitad del siglo XIX, hubo que esperar hasta 1904 para las cuentas consolidadas, que se pondrán en la agenda del primer Congreso Internacional de Contabilidad. Publicaciones sobre el tema aparecieron por primera vez en los Estados Unidos en 1918.

Europa tardó mucho más tiempo para tomar conciencia de la utilidad de estas publicaciones. Gran Bretaña tomó la iniciativa a otros países europeos y emitió normas para publicación de cuentas consolidadas en 1939, pero sólo las hizo obligatorias mucho más adelante con la "ley de sociedades" de 1948.

En Francia, a pesar de los estudios y algunas propuestas concretas desde 1954, un primer decreto fue publicado en 1967 que, sin embargo, sólo preveía la posibilidad de asociar las cuentas consolidadas en las cuentas corrientes de las sociedades holding.

Un primer decreto fue publicado en Bélgica el 29 de noviembre de 1977 sobre la publicación de las cuentas consolidadas de las empresas con carteras (holding). Fue seguido más tarde por el Real Decreto del 06 de marzo de 1990 que formuló las reglas para el establecimiento de cuentas consolidadas para un número mucho mayor de empresas.

La última fecha fue realmente el punto de partida para un cambio definitivo en el panorama para grupos de empresas en Bélgica.

En España la primera norma de consolidación de balances es el art. 50 de la ley de 10 de noviembre de 1942, que da la posibilidad a las sociedades que ejerzan un control sobre otras de liquidar la contribución sobre los beneficios de las Sociedades sobre la base del resultado en base a dicha técnica contable. No obstante, la ausencia de un desarrollo reglamentario convirtió dicha regulación en un mero ejercicio teórico. Hubo que esperar hasta 1977 para encontrar una regulación del régimen de tributación consolidada. La consolidación no tuvo, en general, carácter obligatorio hasta la adaptación de la Séptima Directiva al derecho español. 

No sería justo dejar fuera las acciones internacionales organizadas en paralelo a estas normas nacionales convergentes, particularmente en la década de 1970. Cabe destacar: 
  • En 1973, el International Accounting Standards Committee (IASC), que representa a las principales organizaciones de contabilidad de un número de países, emitió la norma número 3, que establece que una sociedad matriz debe publicar las cuentas consolidadas. 
  • Las Naciones Unidas, en el seno de una Comisión de empresas internacionales, creado en 1974, expresan su deseo de que las cuentas ordinarias de los grandes grupos sean completadas con las cuentas consolidadas. 
  • Y, por último, en 1976, la OCDE (Organization for Economic Cooperation and Development) formuló recomendaciones sobre la publicación de información consolidada como parte de su declaración sobre inversión internacional y empresas multinacionales. 
Sin embargo, hubo que esperar hasta el 13 de junio 1983 para surgir la séptima Directiva Europea sobre las cuentas consolidadas. Se solicitó la aplicación en todos los Estados miembros antes de 01 de enero de 1988, de la obligación de publicar las cuentas consolidadas aplicable, sin embargo, para el período fiscal que comienza después de 01 de enero de 1990.

Este fue el marco legislativo en el cual se realizaron las primeras consolidaciones.

En nuestro siguiente blog trataremos la década de 1970: La edad del lápiz y la goma de borrar.